En el año 2016 fui operado de catarata en mi ojo izquierdo, cirugía que me practicó la doctora Ingrid Constanza Pino por cuenta de Oftalmoláser, IPS que tenía un convenio con la Nueva EPS, a la cual estoy afiliado.

Aunque en los diagnósticos de ese momento se detectó la presencia de cataratas en mis dos ojos, esta era más avanzada en el izquierdo, por eso se realizó allí esta primera cirugía, advirtiéndome que en poco tiempo debía practicarme la otra cirugía en el ojo derecho.

Duré cerca de cuatro años con visitas y reclamos para que me atendieran este requerimiento médico, hasta cuando por asuntos administrativos que no conozco, se liquidó el contrato con Oftalmoláser y en su reemplazo se hizo un convenio con otra IPS, cuyo origen está en la ciudad de Yopal, llamada Optisalud, a donde fui remitido en los últimos 3 años, siendo atendido por varios oftalmólogos y optómetras, quienes me ordenaron infinidad de exámenes, a pesar que todos mostraban la necesidad de la operación de la catarata.

Cansado de tanta espera, recurrí a la Superintendencia de Salud, cuyos únicos resultados fueron nuevas consultas y nuevos exámenes.

La situación se volvió para mi desesperante, con un progresivo desgaste de mi visión en el ojo derecho. El año anterior se me venció el pase de conducción, el que no pude renovar por la situación de mi vista, viéndome obligado a vender mi carro particular.

En las anteriores circunstancias opté por recurrir a una consulta privada con la doctora Ingrid Pino, de quien tengo el más alto de los conceptos. Ella me advirtió que podría practicarme la cirugía prevista, pero a través de Oftalmoláser. Dado que no existe hoy convenio con la Nueva EPS, debía asumir personalmente el costo. En esas circunstancias reuní el dinero necesario y procedí a la cirugía por este medio que resultó plenamente exitosa.

El 8 de enero del presente año personalmente entregué en las oficinas administrativas de la empresa en Neiva, una carta a la doctora Sandra Milena Vega Gómez, Gerente de la Regional Nororiente de la Nueva EPS, anexándole copia de la factura de pago de los costos incurridos en este proceso operatorio, con los comprobantes contables del caso, para que la EPS me reintegrara el dinero.

Han pasado más de 3 meses de esta diligencia sin que la entidad responda mi solicitud.

Como en el caso mío, muchos otros pacientes, han tenido que costearse privadamente sus tratamientos médicos.

La Supersalud, sabe que tanto Sanitas como la Nueva EPS, están quebradas, se gastaron los Fondos de Reserva Técnica para el aseguramiento de la salud de sus pacientes y tienen un patrimonio que no puede responder por sus altos pasivos. Por eso fueron intervenidas en una medida de protección de los 17 millones de afiliados a ellas. Ojalá también esto sirva para pagar las deudas con sus afiliados.