Brad Pitt decidió dejar de beber alcohol después de su separación de Angelina Jolie en 2016.
Ha explicado que llegó a un punto en el que sintió que había llevado las cosas "tan lejos como podía" y que necesitaba "reiniciar" y "despertar".
Aunque ha negado acusaciones de abuso que habrían llevado al divorcio de su mujer Angelina Jolie, dijo que el incidente en el avión privado y la posterior solicitud de divorcio de Jolie lo impulsaron a buscar ayuda.
Pitt ha mencionado que, al formar su familia, se dio cuenta de que el alcohol era un "pacificador" y una forma de "escapar de los sentimientos", lo cual no quería para sus hijos.
Pitt se unió a un grupo de Alcohólicos Anónimos masculino, lo que describió como una experiencia increíblemente liberadora y sanadora.