Por Catherine Lozano Rodríguez
A pesar de los avances en equidad de género en diversas industrias, la respuesta a emergencias y el sector de hidrocarburos continúan con una participación femenina significativamente baja.
Según el Boston Consulting Group, en América Latina las mujeres representan solo el 21% de la fuerza laboral en petróleo y gas, y apenas el 9% ocupa cargos ejecutivos.
En los cuerpos de bomberos, la brecha es aún mayor: en Estados Unidos, las mujeres conforman el 8% del personal, mientras que en Colombia alcanzan el 24%, con 4.946 bomberas dentro de una fuerza laboral de 20.329 efectivos, según el Departamento Nacional de Bomberos.
Más allá de una cuestión de equidad, la baja representación femenina restringe la diversidad de enfoques en la gestión de crisis y limita el desarrollo de estrategias más efectivas para la prevención y atención de emergencias. “La incorporación de mujeres en la respuesta a emergencias no solo amplía la perspectiva operativa, sino que optimiza la evaluación de riesgos y la toma de decisiones bajo presión. La evidencia demuestra que los equipos diversos mejoran la capacidad de anticipación y respuesta en escenarios críticos, lo que se traduce en una gestión más eficiente y resiliente”, afirma Carolina López Pérez, gerente técnica de SACS, empresa especializada en la prevención y respuesta a emergencias.
A medida que la industria enfrenta desafíos cada vez más complejos en la gestión del riesgo, la integración de talento femenino cobra mayor relevancia. Estudios en seguridad industrial han demostrado que la diversidad en los equipos no solo mejora la toma de decisiones, sino que también reduce los márgenes de error en situaciones críticas. Sin embargo, persisten barreras estructurales, sesgos culturales y limitaciones en el acceso a formación especializada, lo que restringe la participación de las mujeres en estos sectores.